Copia de estatua de Rodin obra milagros

Los Ángeles, California. Una copia de El Pensador, estatua del célebre escultor francés Auguste Rodin que se encuentra en los jardines del millonario californiano Jeffrey Levowsky, ha llamado la atención de los medios de comunicación, de los investigadores de los fenómenos paranormales y de miles de fieles que se presentan diariamente en el lugar para atestiguar lo que algunos llaman “el milagro de Rodin”. A lo largo de la historia se han documentado casos de estatuas e imágenes religiosas que lloran sangre, que emanan aromáticos olores florales o que presentan laceraciones en los sitios en que Jesús fue herido en la cruz, pero éste es el primer caso registrado de una estatua que expulsa deshechos intestinales. “La primera vez que ocurrió fue hace dos semanas- comenta Mr. Levowsky-; habíamos tenido una gran fiesta la noche anterior en los jardines y, a la mañana siguiente, encontramos sobre la estatua una enorme pila de suciedad. Entonces pensamos que alguno de los invitados no había alcanzado a llegar al baño”. Pronto descubrieron, sin embargo, que el propietario de la tremenda y apestosa bosta no era otro que el cavilante hombre de metal, quien a partir de entonces produce una similar dos veces al día, por la mañana y por la noche, sin que hasta el momento alguien haya podido explicar el extraño fenómeno. Aunque Mr. Levowsky y familia trataron de mantener en secreto lo que estaba sucediendo, la servidumbre se encargó de esparcir la noticia de la estatua milagrosa y no tardaron en aparecer los primeros peregrinos con ramos de flores, que colocaron a la entrada de la lujosa residencia de Beverly Hills. Y aunque decenas de miles de fieles hacen cola todo el día para ver la estatua y corren rumores de curaciones milagrosas, representantes de la arquidiócesis de Los Ángeles han desmentido categóricamente que Auguste Rodin vaya a ser canonizado. La familia Levowsky ha anunciado que seguirá permitiendo el ingreso de los visitantes, mientras los peregrinos se comprometan a no alimentar a la estatua.